Los terceros financistas y la desnaturalización de los arbitrajes de inversión: ¿un nuevo negocio financiero?

Abstract

Desde fines de los ´90, los inversores extranjeros han estado acudiendo cada vez más a la financiación por terceros para costear sus arbitrajes contra Estados soberanos1. A través de este mecanismo, los financistas se comprometen a solventar los gastos legales de los demandantes a cambio de una porción del monto obtenido en el laudo final. Originalmente, la justificación del financiamiento por terceros ha sido que, dado los altísimos costos del proceso, es necesario para garantizar el acceso a la justicia de aquellos demandantes que normalmente no tendrían los fondos para litigar en el sistema. Sin embargo, en este escrito se analizará -y luego cuestionará- si en la práctica la figura del tercero financista realmente cumple con las virtudes por las que fue planteado, y si aquellas son suficientes para justificar las consecuencias derivadas de la presencia e incidencia de una parte ajena en la disputa. Luego de analizar el negocio financiero de especulación que se ha formado en torno a su práctica y los problemas que genera para el sistema, se estudiará las distintas maneras de regulación y limitación de la figura. Finalmente, se presentarán una serie de propuestas que surgen de la siguiente pregunta: ¿es posible desincentivar el abuso para prevenir -o al menos, disuadir- que se malverse la práctica del arbitraje, convirtiéndolo en un negocio netamente comercial?